domingo, 12 de mayo de 2013

CORAZON HERIDO

Por Alexis (Q.E.P.D.)








Me ha sucedido que una belleza me hiere tanto como un puñal enterrado en la mitad del corazón: a muerte. Por eso la belleza es tan insurrecta, tan difícil de mantener y conservar aunque vale por ella luchar y no hablo de perfección, hablo más bien de la cuestión elemental que es la tranquilidad. En el amor es más díficil porque existe ese arraigo intencional, ese dominio sobre el otro, el triunfo del yo sobre el tú, la percepción de que siempre hay un dominante, un alfa y un omega, un mandante y un postulado a lacayo, dominado, noble, servidor, estafeta, alferez, esclavo. La belleza no tienen la culpa de prestarse para tanto, un hombre guarda en su billetera la foto de su amor y en su corazón y mente recuerdos felices que a veces se materializan, a veces no, y todo es arriesgado, amar y no amar, quererse y no quererse, estar y no estar, todo entra en esa ruleta de posibilidades que parecen explicadas con plastilina pero a la postre nadie entiende por qué duelen tanto.

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