sábado, 10 de agosto de 2013

IMPOSICION DE MANOS

Por: César Vélez

El poder está en tí, lo importante es extraerlo.

Llamaron a la hermana pero ya tarde, el niñito yacía frio en medio del suelo en una estera cobijado por una manta que no le alejaba el viento, se había ahogado en el llanto y yacía su cuerpo morado y su rostro revelaba el espanto del momento. Hasta esta hora nadie sabía de la madre, los vecinos dieron aviso pero nadie se explica como puede ser que una criatura sea abandonada a su suerte, la hermana puso la manta sobre el rostro de la criatura inerte e invito a orar, la gente se había aglomerado en la entrada de la humilde vivienda, hasta que rápido llego la noticia de que la madre del niñito venía abajo aún sin saber. Era también casi una niña, en el último trayecto de esa ruta intento correr pero adivinando por la gente el insuceso lloraba en un grito desgarrador, traía en la mano una bolsita en la que supuestamente llevaba leche que se derramó marcando su doloroso camino, cuando llegó y vió la escena tomo en sus brazos a su hijo muerto e hizo lo que humanamente le fue posible.

Muchos de los que allí estabámos quisimos creer escuchar un llanto, otros bajaron la vista y desearon nunca pasar por algo así, el niñito no tenía nombre, no tenía sitio en el mundo por eso quizá huyó.

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