Por: César Vélez
Aquel que considera que la entrada es la salida es libre.
Como la equidad muy pocas veces se logra con justicia y a razón del conflicto en la lucha de clases es que unos desean más mientras otros tienen más, tenemos como objetivo a aquel individuo que piensa en el bien común, aquel que no desea sacar tajada ni enriquecerse a costa de la explotación de los otros, aquel individuo que no es víctima del sistema y que hace que sus ideales prevalezcan. La religión ha movido consciencias en el sentido de que ha logrado inyectar en la sociedad la condena del pecado y con ello la disposición a la limosna y la lástima pública, además de la condena por abanderar propiedades, dinero y poder. En un nuevo orden el botín será repartido por igual y el derecho dará lugar al deber, se ahogaran complejos y se dará oportunidad a todos por igual, la religión máxima entonces será la de hacer el mismo bien con todos hasta consigo mismos.
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