Por: César Vélez
La realidad viene siendo sueño pero la vida si es en serio.
-¿De dónde se la fue a sacar? -preguntó doña Fina sin obtener respuesta. Todos convinimos en que el bribón de algún distrito vecino se la terminó robando y es que era una muchachita, una niña, y él solo la queria de muñequita, para que le haga la cocina, la ropa y el amor.
Cómo será de pervertida esta sociedad, pensó doña Fina y pensó en ir a denunciarlo a la Polícia, más esta vez se fue olvidando del asunto hasta que el asunto terminó en tragedia.
Hacía cosa de un mes y el crepitante invierno obligaba a todos a quedarse escampando, la loma terminó por desplomarse y entre ruinas y trasteos ya no se volvió a ver a la muchachita y doña Fina temió lo peor, y con razón fue a decir a la demás gente que temía por más vidas y no fruto del invierno inclemente sino del encierro.
-Dicen que el tipo estaba drogado cuando la mató de un golpe y ella estaba en embarazo, oséase que mató a dos y jamás saldrá de la cárcel -
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