PARABOLAS PAISAS: EL MANTO

Por: Esteban Echandía

Dice que al que te pida tu camisa entregalé también tu manto, pero ¿quién ha de ser tan generoso?, si vivimos entre mares de egoístas que ni siquiera se prestan para dar el saludo. En lo absoluto cobran hasta el vaso de agua, hasta la plena duda, son aváros hasta consigo mismos y no ofrecen gratis ni la hora. Los no dan no reciben, los que no ofrecen no venden y están a la deriva en un mundo falso  en que la riqueza solo les sirve a ellos y alos demás les importa un bledo. Cuál manto, cual sobrante de culpa, cada quien vive como puede sin ver a quién hacer por fortuna el bien para ganarse un pedacito de cielo ó de infierno el todo es que una vez allá nadie lo descubra ni lo reconozca por si va desnudo.