lunes, 11 de noviembre de 2013

CRUELES ENVIDIAS

Mi pregunta es ¿qué hubiese sido diferente?. Me encuentro con un antiguo amigo del que me enamoré sin ser correspondida pero que ahora dadas las circunstancias parecer suceder alrevés, me cuenta que no se ha casado y que vive de una pensión vitalicia heredada de sus padres y me humilla diciendo todo lo que tiene en diminutivo: una casita, una finquita, un carrito, un dinerito...etc. Yo solo tengo que contarle que me casé y tengo dos hijos y supongo él se puede imaginar lo demás, pero todo parece indicar que somos la pareja perfecta, es decir lo que yo tengo lo que a él le hace falta (una familia y amor) y para mi caso él tiene lo que siempre anhelé poder lograr con mi trabajo pero que ahora mismo veo tan lejos. Y surge la trivial e incómoda pregunta que suscita nuestra despedida temprana "eres feliz" respuesta con la que cada uno parte pensando que su contraparte le dijo una mentira. Me ahogo en mi propia envidia y reto al destino y a sus entuertos a profetizar que si hubiese elegido como mi pareja a aquel amigo quizá hoy no tendría a mis hijos y que quizá tuviese la misma hipoteca y las mismas deudas y el mismo trabajo mal pagado y sacrificado. 

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