lunes, 2 de diciembre de 2013

COCTAIL

Por: César Vélez





Bebímos los tragos más amargos juntos como amigos, unos evocando su depresión en que eran un fracaso y otros en que eran demasiado felices para creérselo. Y viendo que la vida carecía de sentido y que a la humanidad se le dió por inventar cosas tan crueles como el celibato, la esclavitud y el diezmo nos fuímos lanza en ristre contra el llamado "sistema". Pero alguna vez nos preguntaron en que consistía eso del "sistema", y nos tuvimos que inventar que era eso que te obliga a ir todos los domingos a misa y a pagar impuestos y a hacer feliz a una mujer o a un hombre y eso que te insiste en vestirte así o a-s-a.

Pero ahora si en serio tuvimos que reconocer que no fue ningún invento y que Einstein tenía razón "todo es relativo" y en nuestro país es relativo ser rico o pobre dependiendo de la capacidad de robar, y también es relativo estar vivo o ya muerto dependiendo de si puedes o no defenderte.

Así que nos movimos para la izquierda y derecha y ambos lados nos proporcionaron las armas que solo suscitaron que unos y otros de nuestros amigos tomarán la fatal decisión de suicidarse civilizadamente con un calibre .22, y entonces surtió el milagro entre tanta lástima propia de que algunos se sentarán a leer y encontrarán la clave de la rebelión en la propia literatura.

Y henos aquí preparando cócteles en vez de beberlos los lanzábamos, y haciamos el signo de la victoria con los dos dedos índice y medio y con una sonrisa en pleno rostro protegido por una bufanda que elevaba el viento en la cima de una montaña.   

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