jueves, 14 de abril de 2016

ALBERGUE

Por Aley Escobar

Nuestro corazón se desmorona a la desazón del amor,
y es que el instinto es conservación y renuncia,
selectiva impone la razón con odio de lo que no es,
alma nuestra que se fragmenta en dos mitades.

Mentira!

Aún sin amor se vive.

Se suele sufrir igual o ir a parar a el fondo a esperar,
no hay mitades, estamos tan completos, enteros.
Y malgastamos el tiempo haciendo caso
y frente al fracaso nos rendimos vencidos.

Hay que encontrar donde vivirlo todo.

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